En nuestra provincia se está produciendo un verdadero genocidio étnico. Los pueblos originarios (Tobas, Wichis y Mocovíes) están en vías de extinción, producto de la extrema pobreza que padecen. Ellos reflejan los peores indicadores sociales, económicos, sanitarios y educativos en la República Argentina, asemejándose a los países medios de África. Presentan desnutrición de distintos grados y sufren enfermedades propias de la pobreza (Chagas, tuberculosis, enfermedades venéreas e infecto-contagiosas, etc.).
¿Cómo es posible permanecer inmóviles ante tanta injusticia? ¿Cómo dejar que día a día mueran tantas personas inocentes por nuestra indiferencia?
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